lunes, 30 de abril de 2012

6.- Micro Relatos por el Túnel del Tiempo


Proponían en este estupendo blog http://clubdeescritura.blogspot.com.es/ un curioso ejercicio creativo. A partir de una Mini Ficción de José María Merino titulada: “Fin” (cojonudo relato de ciencia ficción, todo sea dicho) había que escribir variantes y finales alternativos. Me encantó la idea y pergeñé mi versión. Luego visité varias veces el “post” para ver si alguien más se había animado, pero nadie lo hizo. ¡Una pena mora!... Rescatamos ahora para “El PirataFanzine esos dos textos. Espero que os gusten. 


Fin

 El profesor Jones había estado trabajando en la teoría del tiempo durante muchos años.

-Y he encontrado la ecuación clave - le dijo un día a su hija-. El tiempo es un campo. Esta máquina que he construido puede manipular, incluso invertir, ese campo.          
Pulsando un botón mientras hablaba, añadió:
- Esto debería hacer que el tiempo fuera al revés al fuera tiempo el que hacer debería esto: Añadió, hablaba mientras botón un pulsando.
- Campo ese, invertir incluso, manipular puede construido he que máquina esta. Campo un es tiempo el. - Hija su a día un dijo le - clave ecuación la encontrado he y -.

Años muchos durante tiempo del teoría la en trabajado había Jones profesor el.

Fin
José María Merino
"La glorieta de los fugitivos" (Minificción Completa) 


La Máquina del Tiempo

La hija del profesor Jones entró en el laboratorio y se llevó un buen susto. Un anciano decrépito, con un bebé de pocos meses en los brazos la miraba con los ojos arrasados en lágrimas.

- ¿Quién es usted? ¿Cómo ha entrad...

- Soy yo, hija... Soy tu padre... La máquina del tiempo no funciona exactamente como estaba previsto.
La mujer observaba horrorizada como el anciano se iba consumiendo por segundos, envejeciendo a una velocidad de vértigo. El bebé, que ya no era tal porque parecía tener dos años, le empezaba a resultar vagamente familiar.

© Rafael Martínez Sainero. “Pirata” 2011

5.- Micro Relatos. Otra forma de narrar; EL ESPEJO, Cuento Chino


Englobado en los actos de un curso sobre creación literaria que programó en su día la Biblioteca de Guadalajara, Castilla, tuve el placer de asistir a un encuentro con el académico y escritor José María Merino. La Charla Coloquio, por así llamarla, fue muy didáctica y amena y versó sobre una modalidad narrativa cada vez más en auge: el Micro Relato.
Como su propio nombre indica, el Micro Relato es una historia contada en muy pocas palabras, una narración escueta, densa. Un relato breve que muchas veces queda abierto, para que el lector complete en su mente lo que subyace en tan pocas lineas de texto.

Merino, que prefiere llamarlos "Mini Cuentos" o "Cuentos Quánticos", nos da su particular visión acerca de la creación literaria:

"La Humanidad construye su realidad a través de la ficción. La realidad siempre está ahí, en la Naturaleza, en el Universo, donde las cosas ocurren, sin más, pero los seres humanos las interpretan, las pasan por el tamiz de su inteligencia, de su imaginación, y las transforman. Podríamos decir que Literatura es la historia narrada de lo que nos pasa, algo así como el instrumento que nos permite no sólo viajar por la realidad de la vigilia, sino también por la realidad de los sueños. Y no se puede viajar por esos dos sitios a la vez sin utilizar la fantasía y la imaginación."

Preguntado sobre cuales serían las claves para construir un buen Micro Relato, Merino nos comenta que no hay ningún secreto, que "Básicamente tienen que tener movimiento, cambios, interés... y sobre todo, Sorpresa".

José María Merino, que nos aconseja encarecidamente leer los cuentos de Chejov como ejemplos de relatos cortos perfectamente construidos, hace una encarecida y romántica defensa del libro como vehículo ideal de transmisión de cultura:
"La realidad virtual de los medios audiovisuales y la informática abren nuevos espacios, pero sigue habiendo un viaje secreto, que sólo puede hacer cada uno, y que se hace a través de las palabras escritas. Y es un viaje maravilloso, estimulante, no necesita pilas ni software sofisticado. Luego hay otros aspectos, como el gusto por la aventura o el valor de la amistad; pero sobre todo es que los libros en sí mismos son un gran placer, si sabemos encontrar el camino de entrada, que ha de contar con paciencia y un poco de generosidad por nuestra parte. Lo demás se dará por añadidura. Y será un idilio para siempre."

Merino es un escritor cercano, que sabe transmitir el entusiasmo que siente por su vocación y por su trabajo. Durante la conferencia, nos va obsequiando con la lectura de diversos ejemplos de Micro Cuentos, unos suyos y otros ajenos, que hacen las delicias del auditorio. Este - nos dice - es un cuento chino milenario, anónimo, que contiene la esencia de lo que debe ser un buen relato corto.




    En un pueblo perdido en una lejana montaña de China, vivía una familia de campesinos. Ninguno de sus miembros había viajado a la gran ciudad y no conocían las maravillas del Imperio. Un día, acuciado por la necesidad, el campesino hubo de irse a la capital para intentar vender allí la cosecha de arroz de ese año. Antes de partir, el aldeano preguntó a su mujer si deseaba algo de la ciudad y ella le pidió un peine.
    Tras vender su arroz en la ciudad, el campesino se reunió con unos compañeros para celebrarlo, y bebieron y bailaron largamente. Llegó el momento de regresar y de pronto, un tanto confuso, se acordó de que su mujer le había pedido algo, pero ¿qué era? No lo podía recordar.
    Entonces compró en una tienda un objeto que nunca había visto y lo maravilló: un espejo. Y regresó al pueblo.
    Entregó el regalo a su mujer y se marchó a trabajar sus campos. La mujer se miró en el espejo y comenzó a llorar desconsoladamente. La madre le preguntó la razón de aquellas lágrimas.

    La mujer le dio el espejo y le dijo:

- Mi marido ha traído a otra mujer, joven y hermosa.

La madre cogió el espejo, lo miró y le dijo a su hija:

- No tienes de qué preocuparte, es una vieja.


domingo, 29 de abril de 2012

4.- El Secreto del Séptimo Evangelio



Cómo acabar para siempre con “Los códigos Da Vinci”

- ¿Nunca oíste hablar de la secta secreta del Séptimo Evangelio?
Ella negó con la cabeza.
- Normal -  dijo Stanton, un tanto decepcionado por la estupidez de su propia pregunta -  es lo que tienen las cosas secretas, que muy poca gente ha oído hablar de ellas. Pues verás, existe un Evangelio Secreto, escrito por doña Jezzabel de Canaan, vecina de una cuñada del mismísimo José de Arimatea, en el que se afirma que Jesús no solo era bastante tartaja, sino que también era un bisexual irredento.
- De piedra me dejas - apuntó Marie François, boquiabierta.
- Y no solo eso - Stanton continuaba desvelando misterios mientras miraba fascinado el labio inferior de su boquiabierta interlocutora - según este apócrifo, María Magdalena engendraría una estirpe de Hijos de Dios... Oyes bien: no esa tontería de que todos somos hijos de Dios... Los descendientes de la Magda y el Gran Tartaja son los auténticos Hijos de Dios, descendientes directos del Único Hijo Verdadero que tuvo Jehová, pájaros mediante.
- Pero... pero... - la francesita no daba crédito - la Iglesia nos dice que todos somos hijos de Dios. Y si todos somos hijos suyos ¿Por qué Jesús es más hijo de Dios que yo? ¿Qué pasa, también hay nepotismo en el Paraíso? ¿Predilectos? ¿Hijos de Papá habemus?
- No te hagas líos, mi boquiabierta Marie François, el Cielo es un estrado de castas perfectamente organizado.
- Ya, pero me resisto a creer que el Ser Supremo, creador de Universos, se dedique a algo tan mundano como tener hijos en Oriente Medio.
- Pues ahí lo tienes, chata. Y para muestra, un botón; cito literalmente la página 666 del Santo Evangelio de Santa Jezzabel de Canaan:
Y dijo entonces el Mesías con el tono grave y circunspecto del que se sabe Hijísimo de Dios porque se lo ha dicho una voz desde el lóbulo frontal: Tú, María, darás tu nombre a millones de bollos por los siglos de los siglos
- ¡¡Las magdalenas!!
- Ahí lo tienes, carne de su carne, sangre de su sangre, bizcocho de su bizcocho... ¡Ay, hija mía, qué pocos son conscientes de que son Seres Superiores! Tal vez Florentino Pérez y pocos más... ¡Tu, hija mía, tu eres Hija de Sión! Tu sangre lleva genes de Magdalena... La mía, “sin en cambio”, tan solo de sobaos pasiegos caducados, Yo te alabo, ¡Oh mi diosa de nácar, deja que te bese ese labio leporino que me está poniendo palote desde el principio de nuestra conversación! Deja que te alabe, que me alabe, que nos alabemos.
- ¡Hala, vete! ¡Estás loco Stanton!
- No solo eso, también soy el Líder de la Secta Secreta de los Alabadores del Séptimo Evangelio de los Últimos Días. Mis acólitos se han sacrificado por Dios; Los más se han cortado la polla con cristales de culos de botella de sidra El Gaitero.
- Los más jilipollas, colijo.
- Coliges de puta madre.
- ¿A Dios le ponen los sacrificios de pollas cortadas con cristales de culo de botella de sidra El Gaitero?
- No sé, tu sabrás, tu eres su hija - Un silencio tenso se mascaba en la estancia. Stanton sudaba a chorros y su mano había comenzado a descender hacia la bragueta.
- ¿Serías tan amable de pedirme un taxi, Stanton? Acabo de recordar que he dejado en casa el aceite calentándose para freírme unos nuggets de pollo.
- Vale.

Rafael Martínez Sainero, Pirata, por el 2000, más o menos.

sábado, 28 de abril de 2012

3.- El Cid Campeador en Madrid



Cómo acabar para siempre con "La Novela Histórica".

Anécdota jocosa de don Rodrigo Díaz de Vivar, 
más conocido por todos como El Cid Campeador

Demos crédito a las especulaciones históricas de don Nicolás Fernández de Moratín y a las del señor de Mena, y situemos al Campeador penetrando por la imponente puerta de Al-Kalat las fortificadas murallas de la almudaina de Magerit en el año de Nuestro Señor Jesucristo de 1081.

Iba el valeroso guerrero cristiano a correr toros, invitado por varios reyezuelos moros de la ribera del Henares, que eran sus clientes, e iba escoltado tan solo por quince de sus mejores hombres, ya que el alcaide de la plaza fuerte, Mulá Cadí Ali-Atar, no permitió que la nutrida mesnada del famoso mercenario entrara en su totalidad en la ciudad. Así pues, Alvar Fañez de Minaya, lugarteniente del Cid, quedó esperando órdenes acampado en el monte de Leganitos junto a trescientos de los caballeros más temidos de la Cristiandad y de la Morería.

Todo parecía miel sobre hojuelas en la corrida. Los caballeros cristianos se lucían y no menos lo hacían, picados en su amor propio, los hijos de Mahoma. Pero don Rodrigo, que no había cesado de echar sugerentes miradas al tendido de presidencia, y más concretamente al vertiginoso escote de Zaida, la preferida del harén de Alí-Atar, metió la gamba hasta el fondo al brindar la muerte del último morlaco del festejo a la bella odalisca. Soltó Mio Cid a la mujer del morabito, asina, a bocajarro, “que estaba más buena que mazapán”, y que de no ser su señor quien era, “despojárala de sus atavíos e hiciérala sayón de saliva, y luego”. Y va y díceselo el achulanganado mercenario en la propria cara del celosón gobernador y en su propria idiomada:
- Zaida ta´ja mona, ta´ha mazapán, paisa. Andamaja bahate la fajah, y´aiba-la-baba jubón.
Al decir tan grande burrada Mio Cid, el señor Atar no pudo por menos que mandar llamar a su lado a la Guardia Mora.
- ¡Ajak baj akbaj bah, balab, n´dalá la gagjjj! - dijo el Mulá Cadí en su gargajosa lengua, como empalagado de aljanfores y ajonjolíes, anegado en arcadas.
- ¡Buaj kabá! - concluyó - y echó un sustancioso escupitajo a los cascos de Babieca.
  Por si acaso el de Vivar no se había coscado de la movida, el dignatario almohade se lo tradujo:
- Pasiado tú tries aldeas, paisa. Castiya e Al-Andalus mesma cosa es, pero afrienta limpiá menester...
- ¡Tuamí vasé Mamad Jiad! - exclamó El Cid, desafiante, utilizando la ancestral expresión que significaba "Tú a mí me vas a hacer la madre de todas las mamadas, especie de cagarruta de camella".
El Mulá Cadí explotó en santa cólera.
- ¡Tebaj-k´Gar, Al- Mamoun, Mamá-Leilú-Yia! (Te vas a cagar, mamonazo, por la gloria de mi madre)
Los infieles sarracenos, blandiendo sus enormes cimitarras, saltan al albero para prender a don Rodrigo Mio Cid, quien se apresta a morir matando, pero su hueste, que recelosa se había ido acercando a las murallas, acude a socorrerle.

Retomemos en este punto los bellos versos de Moratín:

Ya fiero bando con gritos
su muerte o prisión pedía
cuando se oyó en los distritos
del monte de Leganitos
del Cid la trompetería.

El alcaide, recelando
que en Madrid tenga partido
se tiempló disimulando,
y por el parque florido
salió con él razonando.

Y es fama que, a la bajada,
juró por La Cruz el Cid
de su vencedora espada,
de no quitar la celada
hasta que tome Madrid.

Rafael Martínez Sainero. Pirata 2005


Ilustración de portada: Roger Payne

2.- ¡Chicos… con Joss Whedon llega la fiesta!



Cuando tras 2 horas y 20 minutos de bofetones, explosiones, disparos, sonrisas y lágrimas, la película acaba y te quedas con ganas de más, eso es que te has divertido. Y mucho. “Los Vengadores” (Joss Whedon, 2012) es un circo en el que todos los números son únicos, sorprendentes y espectaculares, y además están habilidosamente entrelazados entre sí. El maestro de pista de este desmesurado circo no es otro que nuestro friki de oro: Joss Whedon. Es más que evidente el acierto de MARVEL al ponerlo al frente de este ciclópeo macro-proyecto. Whedon es, ante todo, un guionista que maneja los diálogos, la interacción entre el elenco y el sentido de la sorpresa narrativa como nadie; Es sin duda el marionetista ideal para manejar los hilos de unos personajes que hace suyos desde el principio y que consigue que nos caigan bien, incluido el villano de turno, que como no podía ser de otra manera para la primera aventura de los Vengadores, es Loki, el dios nórdico del mal. Lo más atinado de esta cinta, a mi modesto entender, es que no intenta ser una obra de autor, aunque sin pretenderlo lo ha conseguido, ya que tiene un aire muy de Whedon, familiar para aquellos que han visto sus anteriores trabajos. En ningún momento se pretende supeditar la profundidad de la psique de los protagonistas a lo que siempre hemos demandando desde siempre los fans de las películas de superhéroes: aventuras, fantasía, acción a raudales, peleas por doquier, risas, diálogos con chispa, drama, muertes, heroísmo... lo queríamos todo  y por fin lo tenemos. Aquí la acción es la estrella absoluta. Todos se mueven por y para el espectáculo. No se trataba de hacer una película basada en un cómic, como han hecho casi todos sus antecesores, sino en reescribir el cómic en la pantalla. Misión conseguida: MARVEL nos ha presentado a sus monstruos de feria como nadie. Hulk es más Hulk que nunca, Iron Man sigue creciendo como personaje día a día, gracias a un Robert Downey jr inmenso; la preciosa Viuda Negra hace honor a su nombre, venenosa y letal; Ojo de Halcón vuelve a sus orígenes, de villano forzado a héroe; el Capi a lo suyo, heroísmo y sacrificio en estado puro; Thor partiéndose la cara con amigos y enemigos; Furia haciendo ejercicio físico y disparando ¡Por fin!... hasta Coulson y Hill tienen sus momentos. Y como no, el bueno de Stan Lee, en un cameo genial.
Así da gusto ir al cine, señoras y señores. MARVEL ha logrado con estos “héroes más poderosos de la tierra” que todos salgamos del cine con una enorme sonrisa, o lo que es lo mismo, un poco más felices. Gracias, Whedon, gracias MARVEL, gracias Cine.

Rafael Martínez Sainero. Pirata 2012


  
 Cuatro preciosos carteles de autor, con los 4 vengadores más famosos de la historia de este gran grupo.

martes, 24 de abril de 2012

1.- ¡Vengadores Reuníos!



Un servidor y 40 maromos más asistíamos a clase de Lengua en el Instituto Nacional de Bachillerato “Calderón de la Barca”. Pongamos que hablo de Madrid, una fría mañana del año 1973. “La Pato”, la maciza profesora de la materia en cuestión, escribía en la pizarra oraciones con pronombres, verbos y adjetivos varios. A mí el único adjetivo que se me venía a la cabeza era “aburrido”. Justo delante de mí “El Batu”, compañero a la par que delincuente en ciernes, parecía absorto en la lectura. Alucinado en grado sumo, pues hasta aquel momento hubiera jurado que el Batu no sabía leer, le pregunté si estudiaba para el examen. Se rió por lo bajinis y de entre las páginas del libro de texto sacó un extraño tebeo, que según supe después había mangado en el kiosko camino de clase.

Quédatelo – me dijo mientras me lo pasaba por debajo del pupitre – Yo ya lo he leído.

Entre mis manos tenía un curioso librillo mal editado, con las cubiertas de cartón barato y las páginas interiores de un papel amarillento de ínfima calidad. “Novela Gráfica para Adultos” ponía en la portada. Yo, que hasta aquel entonces solo leía el “Mortadelo” y al Capitán Trueno, y que asociaba la palabra “adultos” únicamente a pornografía, me asusté un poco. La verdad, una portada llena de señores musculosos embutidos en mallas de lycra daba qué pensar.
Pero fue abrir la novela gráfica para adultos y un universo nuevo se abrió ante mis adolescentes e impresionables ojos. ¡Los personajes no solo vestían mallas ajustadas sino que algunos estaban medio desnudos!... Y lo mejor: además de estar irremisiblemente tarados por absurdos problemas existenciales, todos se “hostiaban” sin parar durante ciento y pico páginas utilizando unos extraños superpoderes surgidos de todo tipo de bidones radioactivos caducados, rayos cósmicos, rayos gamma, microondas escacharrados o lo que fuera. ¡Cómo molaba! ¡Aquello no era un tebeo, aquello era una bomba de tiempo!
Nunca se lo agradecí suficientemente al “Batu”. Me acababa de salvar la hora de “Lengua” y por si fuera poco, me había presentado un nuevo vicio que a partir de aquel instante pasaría a formar parte de mi vida: Los cómics MARVEL de Ediciones Vértice.


Estos comics eran muy extraños. No estaban editados en el formato original del típico “comic-book” USA, sino que estaban adaptados a un tamaño menor, más o menos como una novela de bolsillo, con 128 páginas, muchas más que el original americano pero con el mismo contenido. Para estirar el número de páginas, los chicos de Vértice recurrían a unos trucos sucios y a unas chapuzas del todo ignominiosas. Colocaban la viñeta original en el centro de la nueva página y rellenaban el espacio que faltaba con bocadillos y textos más grandes, o ponían líneas tipo explosión alrededor, o rellenaban de negro directamente… También se diferenciaban en que eran en blanco y negro. Pero lo más peculiar de esta, valga la “rebuznancia”, peculiar adaptación, era que les daban una caja de rotuladores “Carioca” negros a una panda de discapacitados de centros de terapia ocupacional para que completaran en la versión española las figuras de los personajes que quedaban cortadas en los recuadros de las viñetas yanquis. El resultado era de fliparlo en colorines. Así, una pierna perfectamente dibujada por John Buscema o Jack Kirby, tenía el pie completado, pongamos por caso, por Anastasio Calasparra. Este fenómeno era conocido en nuestro círculo como el efecto “Amorfo Flemitis” y siempre nos daba la risa floja.
Fueran una puta mierda o no, el caso es que a partir de aquel día quedé completamente fascinado, arrebatado del todo por aquellos tebeíllos… Como el yonki en busca de su dosis, todos los días bajaba corriendo al “Puestecito”, como lo llamábamos en mi casa, que no era otra cosa que un local pequeñísimo y cutre en el que vendían sobres de cromos, álbumes de cromos, pipas, regalices, caramelos y, cómo no, los tebeos que colgaban de una cuerda no muy tensa, sujetos por pinzas de tender la ropa. Un auténtico paraíso. Allí compraba por 5 duros (25 pesetas – 5 céntimos de €) los ejemplares nuevos. Y cuando no había tanta pasta en el bolsillo, cambiaba los que ya había leído por otros que, dado su sobado aspecto, había leído todo Madrid menos yo.
Así pude conocer a gente tan interesante como Conan el bárbaro, Spíderman, Dan Defensor (que así interpretaba el lúcido traductor de Vértice las 2 “dés” del superhéroe ciego Dare Devil)  La patrulla X, Los 4 Fantásticos, El Sargento Furia, 2 pistolas Kids, etc.
Pero de entre toda esa pléyade de héroes había unos que me engancharon del todo. Según cita la leyenda: “Y entonces llegó un día, un día muy diferente a cualquier otro, en el que los héroes más poderosos de la tierra se unieron contra una amenaza común, para luchar contra un enemigo al que ningún héroe podía vencer en solitario. Ese día, nacieron Los Vengadores”.

Los "Vengatas" nunca se han caracterizado por su carácter afable. 
Aquí les vemos a las puertas de un centro comercial el primer día de rebajas

Todos los conocéis ya sobradamente. Sus miembros fundadores son: Thor, el dios del Trueno, alias “ricitos de oro”; Iron Man, el hombre de hierro, alias “cabeza lata”; “CapAmérica; El increíble Hulk, más conocido en mis tiempos como “La Masa”; El hombre hormiga y la guapa Janet Van Dyne, o sea La Avispa, que fue quien le puso nombre al equipo. Luego llegaron el siempre quisquilloso Ojo de Halcón, Mercurio, La Bruja Escarlata, Goliat, La Pantera Negra, Hércules, La Visión, etc…

Para este que suscribe, los domingos por la mañana eran la gran fiesta. Me iba al Rastro con mi asignación semanal y la fundía en comprarme los números atrasados que me faltaban para completar la colección.

Inspirados por las aventuras de Los Vengadores, los más frikis de la clase nos dedicamos a dibujar historietas con nuestros propios superhéroes. Así, Eduardo Mellado, alias “El Sapito” pasó a transformarse en “Atom” una curiosa mezcla entre Spíderman y el Hombre de Hierro, con sorprendentes poderes de fisión molecular. La identidad secreta del “Charly” pasó a ser “Super Furia”, y a un servidor le crecieron alitas tipo el casco de Thor en un cabezón de calavera, lo que me convirtió en el poderoso “Pirafebo”. Todos juntos unimos nuestras fuerzas a las de Martínez del Teso (“El misterioso Muerto”) y así nacieron “Los Vencedores”. Posteriormente, y bebiendo de las mismas fuentes, surgiría el éxito de los “Los Invencibles”, pero de ellos nos encargaremos muy pronto con mayor detenimiento.



Han pasado 30 y tantos años desde aquellos felices días de tinta y papel, y por fin, gracias a la ciencia, que adelanta cada día una barbaridad, el viernes día 27 de abril se estrena en España la peli de "Los Vengadores", podré equiparme con mi barreño de palomitas e ir al cine a ver a mis héroes de la infancia en movimiento.


Pero no siempre fue esto posible. La historia del séptimo arte no ha podido mantener un verdadero romance con la del noveno hasta hace muy poco tiempo. 

La primera adaptación a la pantalla grande de un héroe Marvel es la del Capitán América y fue en 1944, en plena guerra mundial. Se trataba de un serial barato que contaba con un presupuesto cercano a los 20 dólares, de 15 episodios protagonizados por un tal Dick Purcell, que interpretaba a un Capi con pinta de mamarracho trasnochado. Los briosos guionistas, en un alarde de originalidad (o para ahorrar) le quitan al capi su escudo y se lo cambian por una pistola. Era una serie muy bizarra, en la que el malo maloso, llamado “El Escarabajo” tenía un arma definitiva: ¡El vibrador dinámico! Cuentan las malas lenguas que Purcell organizaba orgías desenfrenadas en su mansión de Los Ángeles. Falleció pocas semanas después del rodaje del serial, el 10 de abril de 1944, seguramente de un infarto provocado por el uso desmedido del arma que había arrebatado a su archienemigo.
Aquí os dejo unos magros fotográmas que no tienen desperdicio.


Después de aquello, lógicamente, pasó mucho tiempo antes de que alguien se atreviera a adaptar algún cómic de la factoría de las ideas a la pantalla, concretamente hasta 1978, cuando una masa de músculos y anabolizantes, de 138 k. de peso y 1,98 m. de altura llamada Lou Ferrigno dio vida al Increíble Hulk en una serie televisiva. 
Y como guiño a la cinta de “Los Vengatas”, he aquí una escena del inolvidable episodio en que el coloso esmeralda y el dios asgardiano, por llamarlos de algún modo, se enfrentan entre ellos... ¡Cosa fina!


Momento álgido de la pelea más casposa de la historia de la TV, cuando 
Hulk  amenaza a Thor con subirse a un banco y hacer una mancuerna. ¡¡Gruuuuuuño!!

 
Bill Bixby como Bruce Banner, Lou Ferrigno como "Hulk"
 y un individuo disfrazado de Super Oveja

Ese mismo año, que Dios confunda, se me ocurrió entrar en el cine a ver una versión de “Spíderman” protagonizada por un cabezón tirillas llamado Nicholas Hammond. ¡Aun tiemblo solo al recordarlo! Unas peleas de vergüenza ajena, coreografiadas por “moñoños” de cotolengo, solo a la altura de las peleas de míticas cintas de Ralph Martin rodadas en 8 milímetros para la “Pirat Films muy Limited”, tales como “Mini Kung-Fú – La Mansión del Diadlo”  y otras.
Aquel visionado nos dejó marcados a mí y a mis hermanos, que me acompañaban en aquella tortura. ¡Ríase usted de los traumas de los supervivientes de los campos de concentración nazis! Para mayor INRI, justo en la fila de delante, una familia numerosa daba cuenta de unos apestosos bocatas de gallinejas, haciendo un ruido infernal mientras les quitaban el papel de periódico. Aun tengo pesadillas al rememorar el ruido que producían mientras masticaban todos al unísono el bolo alimentico en su cavidad bucal, superando por muchos decibelios los efectos sonoros del todavía incipiente Dolby Surround de la peli. Aquello era dantesco…  ¡Parecían los Gremlins viendo “Blancanieves”!
Ñam, groumfg! ¡Máma, pásame las pápas! ¡Ñamgh, ñam! ¡Endevé el payo risión con el pijama el Barça y la redesilla las naranjas por la chola!- gritaban a voz en cuello y se partían luego la caja (¡Ja, ja, ja, ja!) mientras ponían perdida de perdigones de miga de pan y entresijo a medio deglutir la nuca de los de la fila de enfrente.
Todo esto, unido al engendro que se proyectaba, hizo que todos los espectadores (salvo la familia Trapisonda, que al menos había merendado) saliéramos del cine babeando como zombis, sin apenas poder articular palabra, urgidos de una terapia post traumática que nunca llegaría dados nuestros posibles.


Los tres chinos de los palos entrenaron posteriormente al mismísimo Jet Lee

Paralelamente al lanzamiento USA, los “japos” estrenaron un producto similar, mucho más digno y completamente bizarro. El Spiderman del Sol Naciente era una curiosa mezcla entre el universo del tío Stan, Godzilla y los Power Rangers. Al menos tenía gracia.

Cuando la máscara se le pone delante del careto y lo del gato negro es de ovación de gala.

Pero la pesadilla no acaba aquí. El año siguiente, en 1979, se ruedan dos episodios piloto para una serie televisiva. En este “Captain America”, de Rod Holcomb, el glorioso vengador de las barras y estrellas es transformado en un motorista hortera con escudo transparente de plexiglás. Alucina pepinillos con el leotardo/calzoncillo marcando paquete del gachó… ¡Coño, pero mira qué casco, joder, que parece la hormiga atómica, colega!  El hecho de que el supervillano de turno fuera el mismísimo Christopher Lee dando vida a un general de república bananera, no salvó de un estrepitoso fracaso absoluto a esta “superproducción”. Aunque los capítulos pilotos no pasaron el corte en los USA, los muy cabronazos de la productora se las arreglaron para colocar el bodrio a diversos países europeos, donde se proyectó en varios cines que fueron apedreados tras la proyección.

 

En 1990, un entusiasta llamado Salinger vuelve a las andadas con una adaptación al cine del Capi. Esta vez con un uniforme pasable, aunque de plástico gordo, que el actor tuvo que sudar más que un luchador de sumo en Écija. Lo peor, que el escudo se notaba que era también de plasticazo. Y la cara del supuesto Cráneo Rojo parecía una ¡Almendra Garrapiñada! Los decorados eran unas cortinas rojas tochas (para ahorrar) y cruces gamadas recortadas con cartulina. Lo digo en serio, me encantaría tenerla.


 

Ocho años más tarde (1998) ve la luz “Nick Fury: Agent of S.H.I.E.L.D”, con un David Hasselhoff muy en su papel supermacarra mascapuros. Al menos el logo de S.H.I.E.L.D. está bien hecho.



Pero afortunadamente todo ha cambiado… Arribó el nuevo siglo y con él la tecnología digital. MARVEL se hizo con su propia productora de cine y llegaron “Iron Man” (Jon Favreau, 2008); “The Incredible Hulk” (Louis Leterrier, 2008); “Iron Man 2” (Jon Favreau, 2010); “Thor” (Kenneth Branagh, 2011); “Captain America, the first avenger” (Joe Johnston, 2011)… Y por fin, el 27 de abril…¡¡ “Los Vengadores” (Joss Whedon, 2012)!!




Yo no creo en dioses, si acaso en el cimmerio Crom de Conan el Bárbaro, pero tal y como se oye en el trailer de la peli, en la profunda voz de Sam L. Jackson: ¡Yo aun creo en los héroes! Así pues, compañeros, nos vemos en los cines… Esto promete… ¡¡Vengadores, Reuníos!

Rafael Martínez Sainero. Pirata 2012 

Para ir abriendo boca, aquí os dejo unas viñetejas de mi cosecha, en un homenaje a los personajes de la peli, unos posters fotomontaje fan que me curré en su día y unos carteles preciosos de La Viuda Negra (ilustrado por Olly Moss) y de Hawkeye (ilustrado por Tom Whalen) ¡Ah, y el cartel de los Vengatas que ha sacado Lego, que mola mucho más que el de verdad de la peli!











Por si no está claro ya, todos los personajes, logos, frases, parecidos con la realidad y demás parafernalia, 
son propiedad de MARVEL, faltaría más. 
Gracias a Lego, a Migui Comics y, sobre todo, al Hombre Almendra Garrapiñada. ¡Excelsior!